Presentación: cuando sopla el sur

Elissa Rashkin [1]

Los barcos están parados

porque no les sopla el sur,

y por eso, no han entrado

barquitos a Veracruz…

Coco , son jarocho

El año 2019 fue un año de conmemoraciones: se rememoraron, entre otros eventos, el centenario del asesinato de Emiliano Zapata y el de la fundación del Partido Comunista Mexicano, acontecimientos asociados con el fenómeno multivalente de la Revolución Mexicana que, sin duda, cambiaron el curso de la historia nacional. En otro orden de sucesos, más modestos, festejamos los 75 años de la Universidad Veracruzana y los diez del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación: muelle desde donde se embarca esta décima edición de Balajú, así como los nueve números anteriores.

Si esta vez hemos tardado en poner proa nuevamente hacia la altamar cibernética, lo atribuimos al viento que a veces sopla con fuerza excesiva, otras veces nos deja en una especie de pausa que tenemos que aceptar con paciencia y ecuanimidad. Como sea, nos alegra presentar este número 10, producto de un esfuerzo en equipo apenas consolidado hasta ahora, y portador de contenidos a la vez diversos y apegados al espíritu que mueve esta publicación, al mismo tiempo regional y global.

Dos artículos versan sobre prácticas culturales pertenecientes a regiones del estado de Veracruz. En “Intelectuales indígenas y memoria histórica: el caso de la bandera Siera en Zongolica, Veracruz”, Claudia Morales Carbajal y Carlos Casas Mendoza exploran un ritual cuyo fin es mantener viva la memoria de acontecimientos que enlazan la historia local con la nacional, en torno al papel del “Ejercito de la Sierra” de Zongolica en la independencia de México. Una tradición explícitamente inventada, la celebración de la bandera ha sido impulsada por docentes y paulatinamente adoptado por las autoridades gubernamentales como propia. Por su parte, José Santiago Francisco y Miguel Figueroa Saavedra, en “El habla dirigida a niños entre los totonacos de Filomeno Mata, Veracruz”, analizan las maneras en que las/los totonacohablantes simplifican la lengua para comunicarse con niños y niñas preverbales y verbales, así como las implicaciones que conlleva este qalhsqatatachiwin para los procesos de aprendizaje lingüístico-culturales.

Más allá de los casos particulares examinados, estos estudios alimentan el enfoque intercultural del cual la revitalización de las lenguas originarias y el reconocimiento del dinamismo de los pueblos son claves como puntos de partida. En el mismo sentido, el texto de Rafael Figueroa Hernández sobre la creciente presencia del son jarocho como herramienta de resistencia social en Estados Unidos, así como el recorrido que hace Melba Velázquez Mabarak Sonderegger por el Movimiento Jaranero “como una articulación socioestatal que buscó garantizar una generación de relevo y la pervivencia del fandango” en décadas recientes, aportan nuevas perspectivas sobre un tema que, por su misma proliferación espacial e intergeneracional, sigue generando polémica y nuevas construcciones sociales, culturales y musicales.

Trasladándonos a otro punto de lo que se ha dado a nombrar el Gran Caribe, Laura Roque Valero analiza el discurso de tres periódicos en un momento álgido del llamado Periodo Especial en Cuba, para medir los cambios ideológicos perceptibles durante una situación de crisis. La autora plantea la importancia de analizar la prensa como “institución portadora de una cosmovisión particular de la realidad”, tomando en cuenta que “los periodistas guardan en la memoria más de lo que está escrito en las páginas de los periódicos”; por lo tanto, el estudio de estos medios oficialistas proviene de una postura crítica que también reconoce la diversidad potencial en las experiencias de recepción. Finalmente, la reseña que hace Alfonso Colorado Hernández del libro Cómo dejamos de pagar por la música. El fin de una industria, el cambio de siglo y el paciente cero de la piratería de Stephen Witt refleja las cambiantes prácticas de escuchar y consumir música en el giro del siglo XX al XXI, tiempo en que el soporte físico da paso al streaming, la transferencia de artefactos culturales en la forma incorpórea de información.

Con estas estimulantes intervenciones, y con la convocatoria abierta de manera permanente, extendemos la cordial invitación a navegar en esta barca.



[1] Investigadora de tiempo completo, Universidad Veracruzana. elissara@yahoo.com

Editora de Balajú, Revista de Cultura y Comunicación.